El Instituto Nacional de Cancerología (INCan) atiende anualmente a unos 350 nuevos pacientes con linfomas, un tipo de cáncer que afecta los ganglios linfáticos y es más común en hombres, según el especialista Valentín Lozano Zavaleta.
Con motivo del Día Mundial del Linfoma (15 de septiembre), Lozano Zavaleta explicó que los linfomas se desarrollan cuando los linfocitos, células del sistema inmunológico, se vuelven malignos y se reproducen descontroladamente en los ganglios linfáticos.
Existen dos tipos principales de linfomas: Linfomas de Hodgkin: tienen un mejor pronóstico y alta probabilidad de curación.
Y los Linfomas no Hodgkin: son más agresivos y tienen subvariantes.
Agregó que los linfomas aparecen principalmente en los ganglios, pero también en piel, huesos, estómago, pulmón, cavidad oral, mucosas y en el sistema nervioso; es decir, este tipo de cáncer se puede desarrollar en cualquier órgano.
Los factores de riesgo para desarrollar algún tipo de linfoma son la exposición a agentes químicos, herbicidas, plaguicidas e industria petroquímica, así como la infección por VIH, hepatitis B o C.
También son susceptibles las y los pacientes con alguna enfermedad autoinmune, como lupus, artritis reumatoide, esclerodermia y síndrome de Sjögren, que es un trastorno que se produce cuando el sistema inmune ataca las glándulas que producen lágrimas y saliva.
“Son enfermedades autoinmunes porque la persona empieza a producir anticuerpos contra sí mismo, y esos anticuerpos los producen justamente los linfocitos”, detalló.
Aseveró que no existen síntomas específicos de esta enfermedad, pero cuando se trata de linfomas agresivos, el crecimiento de los ganglios es rápido, y suelen ser palpables en cuello, axilas, ingles.
Cuando aparecen en tórax o abdomen, en la mayoría de los casos no son perceptibles, por lo que los pacientes acuden al médico cuando el cáncer está en fase avanzada.
Valentín Lozano Zavaleta agregó que existen cuatro etapas de esta enfermedad neoplásica. En la primera, la enfermedad está localizada en un sitio; en la segunda afecta a dos o más sitios en un solo lado del diafragma; en la tercera daña zonas por arriba y por debajo del diafragma, por ejemplo, cuello y pelvis; y en la cuarta ya hay diseminación a otros órganos. En las dos últimas la enfermedad ya es agresiva.
Con respecto al diagnóstico, el especialista explicó que se recurre a la biopsia para confirmar el diagnóstico y la etapa en la que se encuentra el linfoma.
El especialista aclaró que tienen mayor probabilidad de curación los pacientes que no presentan diabetes, hipertensión, alteraciones renales, cardiacas ni hepáticas.
Valentín Lozano Zavaleta destacó la necesidad de ampliar la difusión sobre dicha enfermedad para mejorar las tasas de diagnóstico temprano y tratamiento exitoso.
El especialista de la Clínica del Linfoma del INCan hizo un llamado a profesionales de la salud a actuar con rapidez ante la sospecha de que están frente a un linfoma. También invitó a la población a informarse sobre este tipo de cáncer para solicitar atención médica.