Luego de más de 30 años de haber erradicado el Gusano Barrenador del Ganado (GBG), México enfrenta una nueva emergencia zoosanitaria con 1,440 casos confirmados en siete estados del sur del país. El brote, detectado por primera vez en noviembre de 2024 en Chiapas, ha generado consecuencias sanitarias, económicas y humanitarias, pues ganaderos y activistas denuncian maltrato a animales infectados en los puntos de revisión, donde mueren sin atención, agua ni alimento, hacinados y entre su propio estiércol.
El GBG, una larva que se alimenta de tejido vivo, afecta a bovinos, equinos, animales domésticos y, en ocasiones, a humanos. Su propagación ocurre cuando la mosca deposita huevos en heridas abiertas de los animales. Aunque no se transmite entre individuos, su tratamiento requiere intervención inmediata para evitar daños mayores.
La propagación del parásito desde Centroamérica —donde se han reportado miles de casos en Panamá, Nicaragua y Honduras— ha sido señalada por especialistas como una de las principales causas del brote. Investigadores de la UNAM advirtieron desde abril sobre el desplazamiento acelerado del GBG hacia el norte, impulsado por el contrabando de animales.
Entre los estados afectados en México destacan Chiapas (851 casos), Tabasco (268) y Campeche (181). Las autoridades han inspeccionado más de 181 mil animales y atendido casi 2 mil reportes de miasis.
Ganaderos y activistas han denunciado condiciones críticas en los puntos de revisión zoosanitaria. Acusan que hay animales infectados muriendo en los contenedores de los filtros de inspección, en medio de un evidente caso de maltrato animal: sin agua ni alimento, hacinados y obligados a permanecer entre su propio estiércol. Las condiciones sanitarias son deplorables, lo que podría agravar la propagación de enfermedades y pone en entredicho la gestión de las autoridades responsables.
El cierre de la frontera estadounidense, vigente del 11 al 25 de mayo, representa pérdidas estimadas en 11.4 millones de dólares diarios para el sector ganadero mexicano. En 2024, México exportó más de 1.2 millones de cabezas de ganado a su principal socio comercial.
Autoridades mexicanas y estadounidenses trabajan en una estrategia conjunta para contener el brote. Sin embargo, especialistas advierten que la erradicación requerirá una respuesta regional y coordinada, además de una fuerte inversión. La anterior campaña contra el GBG costó más de 750 millones de dólares en 30 años.
El gobierno mexicano evalúa medidas más estrictas, incluido el refuerzo de barreras sanitarias y la inspección de ganado en zonas de alto riesgo. Aunque el brote aún se concentra en el sur, existe preocupación por su posible avance hacia los estados exportadores del norte.
