Ernesto Fonseca Carrillo, alias «Don Neto», un histórico narcotraficante mexicano, recuperó su libertad el pasado 5 de abril tras cumplir una condena de 40 años de prisión. La pena, impuesta en 2015 por el Segundo Tribunal Unitario del Tercer Circuito en Guadalajara, se relacionaba con el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar en 1985. Fonseca Carrillo cumplía su sentencia en prisión domiciliaria en Atizapán, Estado de México.
Esta liberación se produce tras un largo proceso legal. Inicialmente, en 2013, Rafael Caro Quintero, también involucrado en el crimen, fue liberado por un amparo. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la decisión, ordenando una nueva sentencia que considerara el estatus internacional de Camarena como agente protegido por México y Estados Unidos. Esta decisión también llevó a la recaptura de Caro Quintero en 2022 y su posterior extradición a Estados Unidos.
A diferencia de Caro Quintero, «Don Neto» –tío del fallecido Amado Carrillo Fuentes, «El Señor de los Cielos»— no enfrentó extradición. Además, en 2022, obtuvo un amparo que anuló la sentencia que lo obligaba a pagar más de 20 millones de pesos a las familias de las víctimas como reparación del daño. Esta resolución también podría impactar en la deuda de Miguel Ángel Félix Gallardo, «El Jefe de Jefes», quien fue condenado solidariamente.
Fonseca Carrillo, nacido en Badiraguato, Sinaloa, en 1930, cofundó el Cártel de Guadalajara junto con Caro Quintero y Félix Gallardo. Su carrera criminal, que comenzó con el contrabando en la década de 1970, culminó con su captura en Puerto Vallarta en 1985. Desde 2016, cumplía su condena en prisión domiciliaria debido a su avanzada edad y precario estado de salud. A sus 95 años, «Don Neto» cierra un capítulo significativo en la historia del narcotráfico mexicano.
