Si Suecia y Finlandia se unen a la OTAN, alianza liderada por Estados Unidos, Rusia tendría que desplegar armas nucleares e hipersónicas en el enclave centroeuropeo de Kalingrado. Así lo advirtió uno de los aliados más cercanos de Vladimir Putin la semana pasada.
Tanto Finlandia como Suecia están considerando unirse a la alianza de la OTAN. Fue entonces que Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, aseguró que de suceder esto, Rusia tendría que reforzar sus fuerzas terrestres, navales y aéreas en el mar Báltico para restablecer el equilibrio militar.
«No se puede seguir hablando de un estatus de zona desnuclearizada para el Báltico; hay que restablecer el equilibrio», dijo Medvédev, quien fue presidente entre 2008 y 2012.
Ante estos comentarios, el Departamento de Estado estadounidense dijo que no había ningún cambio en la posición de Washington y repitió que «la puerta abierta de la OTAN es una puerta abierta».
«Sin hablar de ningún país en particular, no nos preocupa que la expansión de una alianza defensiva haga otra cosa que promover la estabilidad en el continente europeo», comentó el portavoz del Departamento, Ned Price.
El presidente Putin asegura que la «operación militar especial» en Ucrania es necesaria, porque Estados Unidos estaba utilizando a Ucrania para amenazar a Rusia y Moscú.
La invasión rusa de Ucrania que inició el 24 de febrero ha causado miles de muertos, millones de desplazados y ha provocado temor por un enfrentamiento más amplio entre Rusia y Estados Unidos.