En su conferencia matutina en Palacio Nacional este lunes, López Obrador mencionó que el miércoles 29 de mayo finalizan las campañas presidenciales, y el ambiente político tenso y activo, expresó su decisión de esperar para abordar temas álgidos.
Y es que a una semana de las elecciones, The Washington Post y The New York Times publicaron extensos reportajes sobre el aumento de la influencia de los cárteles de la droga en México y la posible amenaza de interferencia en el proceso electoral, sobre ello el presidente prefirió guardar silencio, pero subrayó la importancia de tener confianza en el pueblo mexicano y destacó su politización.
Obrador mencionó que los opositores podrían haber cambiado su estrategia si hubieran comprendido que el pueblo está empoderado y que todos son iguales en este proceso de cambio, al que se refirió como una «revolución de las conciencias».
Enfatizó que subestimar al pueblo es un error, afirmando que «tonto es el que piensa que el pueblo es tonto».
En ronda de preguntas y respuestas, cuestionado sobre lo que tiene que suceder para que la justicia investigue señalamientos por corrupción y vínculos con el narcotráfico en contra de diversos funcionarios de gobiernos estatales, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que se debe seguir con la transformación del país y desterrando la corrupción.
Comentó que todos los mexicanos deben internalizar que el principal problema de México
durante muchos años fue la corrupción, sobre todo en el periodo neoliberal.
Dijo que este periodo se intensificó en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, “porque no se habían atrevido los presidentes post revolucionarios a entregar las tierras ejidales, las minas, el petróleo, los bancos, Teléfonos de México y con Salinas se llevó a cabo un traslado de bienes del pueblo y de la nación a particulares como nunca en la historia”.
Agregó que en ese sexenio se conformó una nueva oligarquía a la que llamaron grupo compacto.