La elevada inflación ha causado empobrecimiento en las familias mexicanas. El 85 por ciento de los pequeños comerciantes del país reportan que la gente tiene menos dinero para adquirir una canasta básica.
La pérdida de ingresos a causa de la situación económica del país es también una de las razones.
Esta información se desprende de la encuesta “Hábitos de consumo”, levantada por la Asociación Mexicana de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Allí los comerciantes reportan que la gente ha reducido su consumo. Adquieren alimentos sin marca; compran diario, por pieza y sólo lo esencial. Además de que ha aumentado el número de personas que piden fiado.
Alimentación deficiente
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, advirtió que la inflación en el consumo básico es mucho mayor de lo que se reporta. Al grado que ha afectado de manera importante la alimentación y la calidad de vida de las familias mexicanas.
Explicó que en los últimos meses se ha observado que los mexicanos sólo consumen lo necesario, es decir, si antes compraban un kilo de azúcar, ahora solo llevan medio kilo o bien si compraban un kilo de huevo, ahora lo adquieren por pieza, lo que muestra lo limitado de sus bolsillos ante la precariedad económica.
“Hemos visto que las familias mexicanas ya consumen solo lo necesario y van al día, adiós a la compra de la despensa para mínimo toda la semana. Eso ha provocado que su ticket de compra promedio sea menor y por lo tanto los ingresos de los comercios caigan. Tenemos una disminución en las ventas de entre 15 y 30 por ciento”, dijo Rivera.
El presidente del organismo señaló que lo que más han dejado de consumir los mexicanos son embutidos, cárnicos, comida enlatada, cigarros y legumbres.
“La proteína se consume cada vez menos por su elevado costo y se apuesta por alimentos de energía rápida. Ante el poco dinero, el cliente consume contra lo que le alcanza, ya no considera la marca del producto, pesaje o lo benéfico para su salud”, apuntó el representante de los pequeños comerciantes del país.