El conflicto entre Rusia y Ucrania preocupa no sólo por la violencia en un territorio y la muerte de personas inocentes, sino por la escalabilidad de la situación y un posible conflicto nuclear.
Esta mañana, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo sonar la alarma por el aumento del nivel de alerta de las fuerzas nucleares rusas, calificándolo como un «acontecimiento escalofriante», y añadió que una guerra nuclear volvía a ser una posibilidad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo a fines del mes pasado que los sistemas nucleares del país deberían estar en alerta máxima, lo que generó temores de que la invasión a Ucrania conduzca a una guerra con armas atómicas.
Guterres también ha pedido la preservación de la seguridad de las instalaciones nucleares después de un incendio en la planta de energía nuclear de Zaporiyia en Ucrania, la más grande de su tipo en Europa y donde se generó un incendio durante la toma del complejo por parte de las fuerzas rusas.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania siguen en aumento y la ofensiva de Vladimir Putin hacia ese país no cesa, ya que continúa con sus bombardeos, esta vez, rosando en territorio de la OTAN.
Sin embargo, ha habido un cambio en las negociaciones, donde la delegación rusa parece mostrarse «más humanitaria» según pronunciaron asistentes a las mismas.
La cuarta ronda de conversaciones entre Ucrania y Rusia se reanudará el martes tras una «pausa técnica» este lunes, informó un negociador del gobierno ucraniano.