El Tercer Tribunal Laboral Federal de Asuntos Individuales en Zapopan, Jalisco, ordenó a Petróleos Mexicanos (PEMEX) reinstalar a un trabajador despedido tras solicitar atención médica para tratar su adicción al alcohol y las drogas.
La resolución judicial estableció que la rescisión laboral constituyó un despido injustificado, ya que el trabajador había solicitado apoyo conforme a la cláusula 99 del contrato colectivo de trabajo entre PEMEX y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Dicha cláusula estipula que los empleados con problemas de adicción pueden recibir tratamiento con goce de sueldo y prestaciones.
Según el expediente del procedimiento ordinario 13/2024, el trabajador había informado tanto al sindicato como a la parte patronal sobre su situación y la necesidad de recibir tratamiento. Sin embargo, su petición no fue atendida favorablemente.
El tribunal determinó que durante el proceso de rescisión se vulneraron los derechos del trabajador, ya que no contó con una defensa legal adecuada y su solicitud de rehabilitación fue desechada. Como resultado, se ordenó su reinstalación en el mismo puesto y condiciones laborales, además del pago de su salario íntegro desde la fecha del despido hasta su recuperación y reincorporación efectiva.
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