El uso de la inteligencia artificial (IA) en el área médica para realizar diagnósticos de enfermedades, avanza hacia la autonomía y la sustitución de actividades humanas con máquinas.
Sin embargo, esto enfrentará retos jurídicos a futuro cuando haya diagnósticos equivocados, tratamientos incorrectos o daños a la salud del paciente, advirtió el investigador del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, Fernando Arámbula Cosío.
Durante una conferencia titulada “Inteligencia artificial aplicada: Análisis de imágenes aplicadas a cirugía y diagnóstico usando inteligencia artificial”, expuso cómo esta disciplina progresa con tecnologías que se acercan, cada vez más, a la sustitución de médicos especialistas por técnicos preparados para manejar estos equipos.
El académico del IIMAS señaló que el diagnóstico se basa con mayor énfasis en herramientas computacionales de imagenología, la cual se emplea en rayos X, tomografía, ultrasonido y resonancia magnética, entre otras técnicas con las que se detectan enfermedades.
En el desarrollo de métodos y equipos de vanguardia participa la IA, un conjunto de sistemas o combinación de algoritmos cuyo propósito es crear máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas, que pueden mejorar de acuerdo con la información que recopilan.
Un método que se ensaya en varios países es la fetometría, donde las imágenes de ultrasonido de un bebé sirven para elaborar patrones de inteligencia artificial con los que posteriormente se mide, por ejemplo, el cerebelo o el fémur del feto para vigilar su adecuado desarrollo, refirió.
“Estas mediciones las hace, apoyado en el ultrasonido, el médico ginecólogo. Pero con la ayuda de patrones y la herramienta de la inteligencia artificial podría realizar las mediciones un técnico no tan especializado, lo que facilitaría el diagnóstico en zonas rurales o muy distantes”, acotó.