Josafat Hasam López Balderas no era ningún delincuente, sino un estudiante del sexto semestre de Medicina en una universidad particular, a quienes rateros, en Tepito, le quitaron sus pertenencias y luego lo acusaron de ser él un asaltante; comerciantes y otros sujetos que ni sabían lo que pasaba, su unieron para golpearlo, azuzados por los verdaderos delincuentes, de quienes luego se supo era un par de individuos que extorsionaban a pasajeros del transporte público; patrulleros de Cuauhtémoc acudieron al lugar y se lo llevaron a la Agencia Ministerial 51 donde ellos terminaron quitándole la vida.
Las omisiones, acciones y contradicciones en la causa de la muerte, por parte de las autoridades que intervinieron en la integración de la entonces averiguación previa, generaron que 12 años después, los encargados de despacho de la Fiscalía General de la Ciudad de México (FGJCDMX), Ulises Lara; de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Pablo Vázquez, y la del Instituto Nacional de Servicios Periciales y de Ciencias Forenses, Blanca Olimpia Crespo Arellano, ofrecieron disculpas públicas a su madre, Guadalupe Balderas, y a su hermana, Valentina, en la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX) , y teniendo como testigo al Centro Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), que la ayudó, y que es el mismo que acompaña a un grupo de padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace una década.
También estuvo presente Denise González, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en México.
Este caso generó la recomendación 11/2018, por una serie de violaciones de derechos humanos ya que luego de que Hasam fuera encontrado muerto dentro de la patrulla 20-31 estacionada frente al MP, la entonces Secretaría de Seguridad Pública se encargó de esparcir ante los medios mentiras que fueron diseminadas ante la opinión pública: que murió a consecuencia de un paro cardiaco por el consumo de drogas que había hecho -lo cual quedó descartado con los exámenes toxicológicos- y en todos los medios dieron a conocer su nombre y que era un ladrón, de 23 años de edad, al que en el barrio bravo de Tepito, intentaron linchar por su conducta delictiva.
Las autoridades no resguardaron el lugar de los hechos e incluso le tomaron una foto dentro de la patrulla, levantándole la cabeza para que saliera su rostro, la que también filtraron, además de dar a conocer su nombre completo.
Tal fue el trato que le dieron a el occiso y a su familia, que ni siquiera les avisaron que el joven había fallecido, sino que la señora Guadalupe se enteró del hecho por las noticias, a las 8 de la noche, cuando su muerte aconteció casi al mediodía. Cuando por fin dio con su hijo, le pidieron las pruebas de que no era delincuente, sino un estudiante de medicina que incluso ya hacía sus prácticas profesionales en un hospital de Tlalnepantla, que sólo fue de compras al barrio, por unos discos y películas, para pasar sus días de vacaciones por fin de año.
A la señora Balderas le dijeron que su hijo había muerto por los golpes de los rijosos, y sin ser su labor, personal del MP le ofrecieron conseguirle los servicios funerarios -para ganarse una comisión- y la ayuda para los gastos del sepelio que ella rechazó, y le mencionaron que seguramente tampoco querría el apoyo sicológico.
“¿Qué es lo que usted quiere? ¿la devolución del dinero que le robaron a su hijo?, también le dijeron, causándole una gran indignación.
Fueron muchos los maltratos, los desprecios y el dolor que le causaron, mismos que pudo exhibir al tomar la voz en el evento realizado este 4 de octubre, como el tener que haber solicitado la exhumación del cuerpo de su hijo, para que le volvieran a practicar dos fallidas e irregulares necropsias, hasta que dos años después de permanecer en el anfiteatro los restos del joven, una perito externa, determinara que las vértebras fracturadas en el cuello de Hasam, lo que le quitó la vida, fueron hechas por un sometimiento, tipo llave. Y luego para la recuperación de los restos, fue otra burocracia.
LAS DISCULPAS
La profesora Guadalupe y su hija Valentina, escucharon del fiscal Ulises Lara que el personal de la entonces Procuraduría General de Justicia no garantizó el debido proceso, el acceso a la justicia y a la verdad, al no realizar una investigación diligente que agotara todas las líneas de acción, incluidas las de una posible ejecución extrajudicial, resguardar los hechos, entre otras omisiones.
Los hechos victimizantes que se narran en la recomendación, añadió, afectaron la confianza respecto al sistema de justicia, y reconoció la existencia de deficiencias y malas prácticas de los servidores públicos. “Ya que no recibieron el acompañamiento, ni atención que el caso ameritaba, lo que agrandó su sufrimiento; por lo anterior, señora Guadalupe Balderas, la Fiscalía General de Justicia, por mi conducto, y a nombre de todo el personal, con el debido respeto, admite la responsabilidad, y le ofrece una disculpa pública a nombre de Josafat Hasam López Balderas, así como a usted y a su familia”.
“A nombre y en representación del Poder Judicial de la Ciudad de México, y del Instituto Nacional de Servicios Periciales y de Ciencias Forenses, les ofrecemos de manera sincera y de cara a la ciudadanía, a Josafat, a su madre, a su hermana y su familia también, una disculpa sincera dada la responsabilidad del acontecimiento”, indicó Blanca Olimpia Crespo Arellano, encargada de despacho.
Y reconoció que los servicios periciales, realizaron una necropsia deficiente, al no agotar todas las acciones inherentes a la descripción de las características especiales de las lesiones internas, mismas que no se fijaron fotográficamente, ni las que se pueden ver a simple vista, omitiendo realizar los estudios histopatológicos, y la radiografía de la lesión en el cuello, y la distensión de la columna vertebral, lo que impidió agotar las
hipótesis de la infortunadamente muerte de Josafat.
A su vez, el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, dijo elementos de la entonces Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal fallaron en sus deberes de actuación policial; sin embargo, el funcionario llegó con una información no actualizada, ya que señaló, con base en la Recomendación, que Josafat murió a consecuencia de que la lesiones de los agresores, pero el año pasado, e 2023, se conoció que en realidad los policías le habrían aplicado “una llave china”, como lo indicó un análisis pericial externo.
Eso coincidiría con testimonios de que el joven llegó vivo, e incluso pidió a los policías que lo llevarán al baño; sin embargo, éstos se negaron. A la víctima la mantuvieron fuera de la agencia ministerial, ya que no había médico legista que certificara sus lesiones, aunado a ello no había parte acusadora, porque el individuo que dijo que lo quiso asaltar, nunca llegó.
“Ante la detención de Josafat quien se encontraba lesionado por agresiones de personas civiles no solicitaron el apoyo de los servicios de emergencia y tampoco lo trasladaron de manera inmediata a un centro de atención médica hospitalaria, lo cual en un momento dado pudo haber salvado su vida”, dijo erróneamente el secretario.
Y añadió: “ante estas graves omisiones como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México respetuosamente ofrezco una disculpa pública a la profesora Guadalupe Josefina Balderas Barrios, madre de Josafat, así como a su hermana aquí presentes, por la transgresión en los deberes de actuación policial en los que incurrió personal de esta instancia de seguridad hace una década”.
Del Centro Prodh, su director Santiago Aguirre, dijo a esta reportera que en los casos de reconocimientos de responsabilidad, están cargados e mucha ambivalencia porque ocurren cuando todavía la justicia está en camino. Añadió que es importante que se reconozca con todas sus letras lo que pasó, y en este caso hay una condición especial porque la recomendación establece la presunta ejecución extrajudicial y no fue sino hasta el año pasado, como se indicó con anterioridad, que se estableció que el detenido murió por un sometimiento mal aplicado, luego de llegar con vida al MP.
LOS RESPONSABLES
Luego de los hechos fueron detenidos tres policías, pero sólo consignados Lenin de Paz Miranda, quien entonces también era un joven de 26 años; y Óscar Espinoza Piña, de 49, señalado como quien se pasó a la parte trasera donde iba Hasam: pasaron 9 meses en la cárcel, por orden del juzgado 25, pero en la revisión del caso, fueron liberados al considerar que no había pruebas de que ellos hubieran asesinado a Josafat-
Desde ese octubre de 2014 a la fecha, han estado libres; pero se espera que con las pruebas aportadas por la perito externa el año pasado, tras la exhumación de los restos de la víctima, se reabra la acusación en su contra.
Antes ganaron un juicio administrativo que ordenó devolverles el cargo y pagarles los sueldos caídos de tres meses; pero en la disculpa del jefe de la Policía, dio a conocer que ambos fueron separados de su cargo ese año.
MAMÁ DE VÍCTIMA DA RECOMENDACIONES A AUTORIDADES
“La pérdida de un hijo es algo indescriptible, tener que enterrarlo a causa de una injusticia, es algo desgarrador como madre, y muy pronto a mi llegó la fortaleza para buscar justicia, y allí empezó mi caminar sumamente largo para buscar explicaciones de lo ocurrido!.
Señaló que la necropsia estuvo mal hecha y omitieron fotografías indispensables, con lo cual impidieron que se conocieran la verdadera causa de la muerte de su hijo.
Para evitar más casos como el de su hijo, pidió que se apliquen los protocolos de necropcia y se especial en casos de posible ejecución extrajudicial -provocada por servidores públicos- y que sensibilicen a todo el personal, para que entiendan que no trabajan con objetos, que no son solo restos, “sino personas que fueron amadas, que tienen familia y que en sus manos está el respeto a la memoria de las personas fallecidas”.
También se dirigió a los medios de comunicación, a quienes dijo que tienen un poder inmenso de construir historias y dignificar o destruir la imagen de una persona. “En el caso de mi hijo, muchos medios lo criminalizaron sin fundamento alguno, exhibieron su cuerpo, lo hicieron pasar como un delincuente, cuando era un estudiante de medicina, una víctima inocente”.
Como ella dijo que hay muchas madres que han perdido por este tipo de crímenes a sus hijos.
Estas disculpas públicas se realizaron seis años después de ser solicitadas por parte de la CDHCDMX, cuya titular, Nashieli Ramírez, hizo saber que de 2018 a la fecha, se han establecido 75 puntos recomendatorios con Reconocimiento de Responsabilidad, lo que representa 61% de las Recomendaciones y 15 Disculpas Públicas.
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