El rostro de Darío Castro era de dolor al sufrir un tirón en la pierna en el kilómetro 35, redujo el paso y casi estuvo a punto de parar. Como pudo, sacó fuerzas para alcanzar otra vez a Eloy Sánchez, con quien peleaba la punta.
Cruzaron palabras y siguieron juntos rumbo al Zócalo en una entrada final que se definió cuando su pie tocó primero la línea del tapete electrónico para ganar por un segundo de diferencia el maratón de la Ciudad de México, con el 1-2 que los anfitriones repitieron después de 12 años
L@s participantes del #MaratónCDMX2021 recorren 42 km, desde el Estadio Olímpico Universitario rumbo a la meta en el zócalo de la Ciudad de México. pic.twitter.com/dEXNhO24c2
— Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) November 28, 2021
La pandemia del Covid-19 canceló la edición 38 en 2020, la cual se celebró ayer tras una espera de 15 meses. No se dio esa multitud esperada de años anteriores, pero la entrega que ofrecieron los 14 mil participantes, algunos con cubrebocas, que a temprana hora salieron con los bocinazos que dio la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en las diferentes categorías frente al Estadio Olímpico Universitario fue reconocida con aplausos, porras y matracas del público reunido en los lugares emblemáticos de la capital.
🇲🇽 C O M P A Ñ E R I S M O 🤜🏼💥🤛🏼#MaratónCDMXTelcel 🏃🏻♂️🏃🏻♂️ pic.twitter.com/Vm1nq7WA1D
— Maratón de la Ciudad de México Telcel (@MaratonCDMX) November 29, 2021
Un grupo de ocho corredores élite se fue al frente, la mayoría mexicanos; destacaban Darío Castro, Hesiquio Flores, Jorge Cruz, Eloy Sánchez, el keniano Rodgers Ondati y el peruano Wily Canchanya.
Así se mantuvieron durante una hora, alternando las posiciones hasta el kilómetro 21, pasando el Auditorio Nacional. Comenzaron los cambios de ritmo y quedaron cinco.
Para el 27, Sánchez y Castro se fueron al frente con un Ondati rezagado en el tercer lugar. Fue el único keniano que dio pelea ante la ausencia de sus compatriotas de mejor nivel que dominaron durante más de una década la prueba.
En Reforma y pasando el Ángel, Castro perdió el paso, sintió un dolor en el muslo derecho en el kilómetro 35, donde los maratonistas comienzan a padecer los estragos del esfuerzo y es cuando empieza la verdadera prueba de resistencia.
Darío no se rindió, se sobrepuso y alcanzó a Eloy para estar ambos en la punta otra vez. Se dieron ánimos mutuamente y con renovado brío continuaron hasta el final.