La primera variante de COVID-19 parecía no tener un efecto tan severo en niños, pero la más reciente, Ómicron, se ha relacionado con más hospitalizaciones, complicaciones graves y muertes de niños pequeños, según un estudio basado en Hong Kong.
Investigadores de la Universidad de Hong Kong y el Hospital Princess Margaret han investigado los índices de hospitalización de niños durante diferentes etapas de la pandemia, y descubrieron que los casos eran mucho más graves en la ola de ómicron que continúa arrasando en la ciudad.
Mil 147 niños de 0 a 11 años fueron hospitalizados en Hong Kong debido a COVID-19 del 5 al 28 de febrero, la gran mayoría (80%) tenían entre 0 y 5 años.
Ómicron provoca convulsiones entre los niños no vacunados con mayor frecuencia, y ataca las vías respiratorias superiores más que las variantes anteriores y la influenza. “La gravedad intrínseca de ómicron BA.2 no es leve como lo demuestra la fatalidad y las complicaciones graves de los niños no infectados y no vacunados”, escribieron en el artículo, que no ha sido revisado por pares.
Después de un largo período de mantener las tasas de infección entre las más bajas del mundo, Hong Kong se vio invadido por ómicron, que se ha relacionado con casi 7 mil 500 muertes. La mayoría de los fallecidos eran ancianos y no estaban vacunados.
Las vacunas para el COVID para niños menores de 11 años solo fueron aprobados en febrero, mientras que los menores de 3 años aún no son elegibles. “La vacunación debe implementarse rápidamente para los niños elegibles y, en particular, para los menores de 3 años, debe explorarse con urgencia la extensión del uso de las vacunas actuales”, escribieron los investigadores.