Cuando creemos que el mundo avanza, pasa algo como esto y nos damos cuenta que falta mucho por hacer. La Corte Suprema de Estados Unidos decidió anular el fallo Roe vs. Wade, que permitía el derecho al aborto; esta decisión fue impulsada por el ala conservadora.
Roe vs. Wade es el nombre de la demanda que llevó al histórico fallo de la Corte Suprema, que en 1973, estableció el derecho constitucional al aborto en Estados Unidos. La decisión mayoritaria halló un derecho absoluto durante el primer trimestre de embarazo.
El tribunal, en un fallo de 6-3, impulsado por su mayoría conservadora, confirmó una ley de Misisipi respaldada por los republicanos que prohíbe el aborto después de las 15 semanas. Los jueces sostuvieron que la decisión del caso Roe vs. Wade, que permitía los abortos realizados antes de que un feto fuera viable fuera del útero -entre las 24 y 28 semanas de embarazo-, fue errónea porque la Constitución de Estados Unidos no menciona específicamente el derecho al aborto.
Esta decisión no convierte en ilegales las interrupciones del embarazo, sino que hace retroceder a Estados Unidos a la situación vigente antes de la sentencia Roe v. Wade de 1973, cuando cada estado era libre de autorizarlas o no.
Se cree que con esta decisión, hasta 22 estados gobernados por republicanos decidan prohibirlo, cerrando clínicas y persiguiendo a mujeres que lo practiquen.
Por su parte, el presidente Joe Biden dijo que la decisión de anular el derecho constitucional al aborto representa un «día triste» que negará a las mujeres del país el control de su propio destino.
Funcionarias de alto rango de la Casa Blanca, como la jefa de política interior, Susan Rice, la jefa del consejo de política de género, Jen Klein, y la asesora de comunicaciones, Kate Bedingfield, acompañaron a Biden durante su discurso.