En lo que sólo puede calificarse como una tragedia de enormes proporciones, el número de muertos sigue aumentando.
El día lunes 27 se encontró un tráiler en San Antonio, Texas, en cuyo interior fallecieron 50 migrantes latinoamericanos de diferentes nacionalidades.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard lamentó las muertes y consideró el incidente una «tragedia enorme» e indicó que México se incorporará a las investigaciones del caso en Estados Unidos, por parte del Departamento de Seguridad Interior y destacó que la SRE apoyará con la repatriación de los cuerpos de las víctimas mexicanas, así como a los heridos y sus familias.
Dentro del tráiler se encontraron también al menos 16 personas fueron encontradas con vida y llevadas a hospitales locales, cuatro de ellas son menores de edad y dos de ellos son guatemaltecos, asegurando que podría ser uno de los peores episodios de muerte de migrantes en los últimos años.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, le dio el pésame a las familias de los fallecidos: «Mi más profundo pésame a familiares de migrantes mexicanos, guatemaltecos, hondureños que murieron ayer asfixiados, una tremenda desgracia, esto ocurrió en San Antonio, Texas, hasta ahora son 50 los fallecidos, 22 de México, siete de Guatemala, dos de Honduras y 19 aún sin información sobre su de nacionalidad».
Aún no está claro cómo murieron los migrantes, pero estiman una posible correlación con la ola de calor que atraviesa Texas. Las autoridades estatales se estaban preparando para un aumento en el flujo de migrantes para este verano.