Un hombre fue abatido a tiros por un comensal cuando presuntamente intentó cometer un asalto con una pistola de juguete en una taquería localizada en Houston, Texas. El tirador dice haber actuado en defensa propia, aunque será la corte quien determine si así fue.
De acuerdo con el gobierno de Houston, testigos le dijeron a los policías que el sospechoso entró en el restaurante y apuntó con una pistola a los clientes mientras exigía su dinero. Cuando el supuesto ladrón despojaba de sus bienes a los clientes, uno de los ellos, descrito como un hombre blanco o hispano, sacó un arma y disparó al sospechoso varias veces.
El tirador recogió el dinero robado del presunto asaltante y lo devolvió a sus dueños. Él y otros clientes huyeron de la escena.
En Texas es legal que alguien se defienda si siente que su vida está en peligro, aunque la línea entre lo que constituye la autodefensa y la fuerza innecesaria puede ser algo delgada.
Thomas Nixon, ex oficial de policía de Houston y ahora abogado, dijo a KPRC-TV que el cliente estaba dentro de sus derechos bajo la ley de Texas.
«La persona a la que disparó estaba en proceso de cometer un robo y, en consecuencia, su uso de la fuerza en defensa de sí mismo y de terceros inocentes está completamente justificado», dijo Nixon. «Tenía razonablemente miedo a lesiones corporales graves o a la muerte».