Australia es bien conocida por su diversa fauna, y los problemas que esta ocasiona en el territorio. Desde millones de gatos ferales hasta arañas enormes, los animales que viven y crecen en este lugar siempre dan de qué hablar. Ahora, en el parque Nacional Conway en Queenslan, guardabosques hallaron un sapo de caña, también conocido como sapo gigante de 2,7 kilos, al cual apodaron “Toadzilla”.
El sapo rompió varios récords, al ser 6 veces más grande que el sapo promedio, pero tuvo que ser sacrificado para salvaguardar la vida silvestre nativa del país.
Según el Departamento de Medio Ambiente de Australia, esta especie de sapo conocida como “Rhinella Marina” no cuenta con un depredador natural, lo que provocó que se multiplicara sin control, teniendo un grave impacto en los ecosistemas del norte del país.
La guardabosques Kylee Gray explicó cómo encontró a la criatura gigantesca cuando salía de su vehículo para dejar una serpiente.
“Me agache y agarré el sapo de caña y no podía creer lo grande y pesado que era“, dijo Gray.
Sin embargo, agregó que trabajaron rápidamente para sacarlo de la naturaleza pues un sapo de ese tamaño comería “cualquier cosa que le quepa en la boca”, lo que incluye “insectos, reptiles y pequeños mamíferos”.
El animal tuvo que ser sacrificado debido a que se le considera una de las mayores amenazas de la fauna del país.
Toadzilla podría incluso ser el sapo más grande del que se tiene registro, pues hasta ahora el récord mundial Guiness actual es de Prinsen, un sapo mascota de Suecia que pesaba 2,65 kilogramos.
De acuerdo con el comunicado del Departamento de Medio Ambiente el sapo gigante Toadzilla, ahora se encuentra en el Museo de Queensland donde se le realizará un análisis más detallado.