La Secretaría de Salud (Ssa) publicó este martes el reglamento para la producción, investigación y uso medicinal del cannabis, un paso trascendente para un país que lucha desde hace años contra el narcotráfico, mientras se prevé que el Congreso debata este año una ley para despenalizar el uso total de la planta.
El Senado mexicano aprobó en noviembre la legalización de la marihuana para usos recreativo, científico, médico e industrial, una iniciativa que será debatida este año para su aprobación definitiva por parte de los diputados, tras posponerse el debate a finales de año pasado.
La nueva regulación, firmada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y publicada hoy en el Diario Oficial de la Federación, permitirá a las empresas farmacéuticas comenzar a realizar investigaciones médicas sobre productos de cannabis.
Entre otros fines, el reglamento estipula la “fabricación de derivados farmacológicos y medicamentos, y médicos para la realización de diagnósticos, preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y cuidados paliativos”, según lo publicado.
Para la venta de medicamentos, se indica que sólo se hará con recetas que contendrán un código de barras y que sólo podrán ser emitidas por médicos autorizados.
Además, las farmacias también necesitarán un permiso para suministrar al público los medicamentos y deberán elaborar un registro de los pacientes.
De acuerdo con las normas, los establecimientos que comercien medicamentos de cannabis, deberán cumplir con las disposiciones jurídicas aplicables, y contar con:
Licencia sanitaria
Responsable sanitario
Libros de Control
Registro federal de contribuyentes
Permiso de adquisición en plaza, en términos del artículo 236 de la Ley General de Salud y 197 del Reglamento de Insumos para la Salud.
Asimismo, establece que sólo se autorizará la publicidad de medicamentos de cannabis que esté dirigida a profesionales de la salud, por lo que queda prohibido realizar promoción dirigida a la población en general.
Si despenaliza completamente la mariguana, México podría convertirse en el mercado de cannabis más grande del mundo, lo que podría ayudar a contrarrestar la actividad de los cárteles de la droga, aunque la producción y tráfico ilegal de la planta ha descendido en los últimos meses.