El comité organizador de Tokio 2020 tiene previsto impedir la entrada de aficionados procedentes de otros países y piensa celebrar la ceremonia de inauguración a puerta cerrada
El gobierno de Japón ha decidido que los Juegos Olímpicos de Tokio se celebren sin público extranjero. Una medida destinada a garantizar que se puedan disputar las competiciones deportivas, aunque para ello se tome, por primera vez en la historia, la medida de que solo podrán acudir a los diferentes recintos espectadores nipones.
Aunque la decisión no se hará pública hasta finales de marzo, la agencia de noticias Kyodo la ha adelantado en exclusiva. En los próximos días está prevista una reunión entre el comité organizador y el Comité Olímpico Internacional, donde el gobierno nipón pondrá el asunto sobre la mesa para que se tome una decisión conjunta.
Los deportistas, expectantes
La noticia señala que la presidenta del comité organizador de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, quiere dejar resuelta esta cuestión cuanto antes y se tomará una decisión basada en «factores que incluyen el estado de las infecciones en Japón y otros países, posibles medidas de prevención de epidemias y asesoramiento científico de expertos».
Japón tiene miedo de las variantes del covid-19 que hay en otros países
Esta medida puede afectar de manera notable a la economía japonesa, muy golpeada por el coronavirus y que había visto en los Juegos la forma de una recuperación más acelerada. Por su parte, los deportistas saben que lo más importante es garantizar su salud y, por tanto, no pondrán objeciones a competir sin aficionados extranjeros.
Sebastian Coe, exatleta y organizador de los Juegos de 2012, reconoce a Reuters que el objetivo siempre son «los mejores juegos posibles para los atletas y tener estadios llenos de gente apasionada y con una buena presencia global». Sin embargo, es consciente de la situación y reconoce que «si las comunidades locales están preocupadas, los atletas lo aceptarán y es una compensación para la que están preparados».