En un curioso evento que se convirtió en noticia internacional, el alcalde de San Pedro Huamelula, Oaxaca, se casó con su novia caimán en una colorida ceremonia en la que sonó música tradicional. Los asistentes bailaron mientras imploraban al líder indígena que sellara los esponsales con un beso.
Víctor Hugo Sosa dio besos al pequeño cocodrilo, que había sido atado presumiblemente para evitar mordiscos indeseados, durante toda la ceremonia.
Por curioso que parezca, el ritual de la boda se remonta probablemente a tiempos prehispánicos entre las comunidades indígenas chontales y huaves del estado Oaxaca, como una plegaria en la que se suplica generosidad a la naturaleza.
A small town Mexican mayor married his alligator bride in an age-old ritual that likely dates back centuries to pre-Hispanic times https://t.co/jwKquP6RxD pic.twitter.com/vZzu0sewmB
— Reuters (@Reuters) July 1, 2022
«Tenemos que cumplir con ciertos requisitos, pedirle a la naturaleza que no nos falten las lluvias, que no nos falten los alimentos, que haya peces en el río», afirmó Sosa, alcalde del pequeño pueblo de pescadores de la calurosa costa del Pacífico oaxaqueño.
El ancestral ritual de San Pedro Huamelula, ahora mezclado con la espiritualidad católica, consiste en vestir al caimán con un vestido de novia blanco y otras prendas de colores. Se cree que el reptil de siete años, al que se llama princesita, es una deidad que representa a la madre tierra y su matrimonio con el líder local simboliza la unión de los humanos con lo divino.
«Me da mucha alegría, mucho orgullo de mis raíces«, dijo Elia Aguilar, la madrina que organizó la boda. Aguilar explicó que se siente privilegiada por ser la encargada de llevar a cabo la ceremonia y relató que pasó mucho tiempo preocupada por la ropa que llevaría la prometida. «Esta tradición es muy bonita», añadió con una sonrisa.