El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió pruebas de los señalamientos de corrupción contra sus hijos. “Mis hijos no son corruptos y demuéstrenme lo contrario, los desafío”.
Señaló que sus adversarios son “falsarios”, “viles calumniadores”, “hipócritas”, “clasistas” y
“muy corruptos”.
Criticó a quienes “tratan de engañar” no tomando partido y sosteniendo que son de la sociedad civil y “ya los vemos cómo se van quitando la máscara”.
Comentó que este dominho, durante la movilización de la llamada marea rosa se suscitaron algunos
incidentes menores con integrantes de la CNTE que mantienen un plantón en el Zócalo.
Desmintió que el gobierno haya mandado a colocar vallas en el Zócalo para separar la
movilización y el plantón de la CNTE. “Se pensaba que nosotros habíamos mandado a poner las vallas y no, fueron los organizadores del movimiento”, indicó.
Señaló que durante el sexenio pasado no se podía usar el Zócalo y recordó que durante la
discusión de la reforma educativa “hubo un desalojó en la noche y les quemaron todas sus casas de campaña y los desalojaron y a partir de ahí no permitían que nadie hiciera manifestaciones en el Zócalo. Nosotros no pudimos cerrar nuestra campaña en el Zócalo, no nos dieron permiso”, reprochó el mandatario federal.
Ahora es distinto, afirmó, al subrayar que lo único que solicita su gobierno es que las manifestaciones se hagan de manera pacífica.
Insistió en que no se puede transformar a un país con el uso de la fuerza, pues eso permite que se impongan quienes solo tienen la fuerza. Por ello llamó a no caer en la “trampa” de la represión y cuidarse de los provocadores.