El titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, volvió a arremeter contra Ernesto Zedillo, de quien dijo que “llegó a México y se desató”, pero no sólo él sino que hizo que se desatara “toda la maleantada, pero por algo sera, esto significa que vamos muy bien en el proceso de cambio, de transformación del país”.
Ante ello, mencionó que ahora sólo espera que hable Carlos Salinas de Gortari, toda vez que ya lo criticó Zedillo por su reforma judicial, además de que Genaro García Luna también acusó al mandatario nacional de tener, según su dicho, nexos con narcotraficantes.
“Nada más estoy esperando a Salinas, pero no ha hablado (…) lo que ahora ellos cuestionan y no aceptan que la gente esté apoyando una transformación, un cambió que hacía falta, sobre todo en el Poder Judicial, la gente va a elegir a los jueces, magistrados, ministros. Ahora en la carta de García Luna hasta los defiende. Si está en contra de la Reforma al Poder Judicial, García Luna, como Zedillo, es que al final e cuentas (son) la misma asociación delictuosa”.
Consideró que Zedillo «no tiene ninguna autoridad moral para hablar de democracia”, al recordarle el Fobaproa.
Especificó el rescate «con dinero del pueblo» a una empresa que había construido la autopista de Cuernavaca a Acapulco con 700 millones de dólares «sin avalúo, sin nada».
Luego de que el ex presidente de extracción priísta volviera a salir a la escena política para criticarlo, lo acusó de «tráfico de influencias y corrupción, ese es Zedillo, y pues ya no hablemos de la represión de Aguas Blancas, de Acteal, todo esto se les olvida».
Dijo que su gobierno defiende un proyecto de nación y ha tenido que responder a las calumnias de sus adversarios, “pero nosotros no odiamos, ni los vemos como enemigos” y mostró algunas fotografías de Genaro García Luna en el búnker de la Secretaría de Seguridad, acompañado de diversos periodistas como Carlos Loret de Mola y Carlos Marín.
Dijo que esos periodistas tomaron partido, “ellos decidieron apostar a defender intereses de grupos económicos, ellos se pusieron del lado del dinero, esa es la realidad, no se pusieron del lado del pueblo y el problema con ellos es que los usaron, claro les pagaron porque eso cuesta, pero los más perversos son los jefes porque esos no dan la cara”.
