Si creías que el Quidditch era algo que solo se jugaba en los libros y las películas, estás muy equivocado. Los muggles también pueden jugar Quidditch y en México es un deporte que se practica desde hace años.
El Quidditch como se juega en la vida real nació en 2005 en Estados Unidos gracias a la iniciativa de los fans de Harry Potter, sin embargo llegó oficialmente a la Ciudad de México hace apenas algunos años en los jardines de Ciudad Universitaria.
A pesar de que es un juego tomado de la ficción, es un deporte de contacto que se juega de forma similar al rugby con unos toques de fútbol americano.
En nuestro país ya existe una Liga Metropolitana de Quidditch y se disputa en la Ciudad de México. Cada partido se juega en una cancha de pasto de 44 x 67 metros en la que se colocan tres aros de cada lado, donde se tienen que hacer las anotaciones. Al igual que en los libros, hay siete jugadores en la cancha por equipo, los cuales tienen que llevar forzosamente con una escoba entre las piernas que no pueden soltar bajo ninguna circunstancia.
Cada jugador lleva una banda en la cabeza que identifica su posición: los cazadores portan banda blanca, los golpeadores negra y los guardianes azul. Los buscadores visten de amarillo y tienen que quitarle una pelota a un jugador neutro vestido de amarillo o dorado para representar la caza de la snitch.
¡Y este fenómeno no ocurre solo en México! Existe incluso el mundial de Quidditch en el que México ha participado. David Mejía fue uno de los afortunados en competir en el evento en Alemania.
“El Quidditch es mi vida. Me siento muy orgulloso de practicarlo, antes no hacía ningún deporte y ahora me apasiona mucho esto. La experiencia en el mundial fue muy grata, se siente padre encontrar en otros países gente que le gusta lo mismo que a ti. Y más orgullo sentí al representar a mi país”, explicó.
Otra de las peculiaridades que distinguen al Quidditch es que los equipos se rigen por la regla de “no más de cuatro”, es decir que no puede haber más de cuatro integrantes de un mismo sexo, tomando en cuenta es cómo se define la persona, no su sexo físico.
Aunque no lo parezca, es un deporte bastante rudo, por lo que debes tener al menos 16 años para participar.