Enviar cohetes y satélites al espacio exterior no es nada fácil, y sobre todo no es barato, pero una empresa de tecnología cree tener la solución a este problema: una catapulta gigante.
La compañía SpinLaunch quiere usar un Sistema de Lanzamiento del Acelerador Suborbital para hacer de los lanzamientos espaciales algo más económico y amigable para el medio ambiente.
Este acelerador gigantesco utilizará un brazo giratorio de fibra de carbono para lanzar un vehículo al espacio. Este alcanza velocidades de hasta 8000 km/h para girar el brazo alrededor de una cámara de vacío de acero de 91 metros de diámetro para lanza al espacio los vehículos que contienen un pequeño cohete o satélite.
La primera generación del acelerador está optimizado para lanzar constelaciones de un gran número de satélites que pesen hasta 200 kilogramos.
Toda la idea suena como algo que haría el coyote para por fin alcanzar al correcaminos; sin embargo, es tan prometedora que SpinLaunch ya firmó un Acuerdo de Ley Espacial con la NASA para probarla a finales de año.
El objetivo de la prueba es proporcionar información valiosa a la agencia para posibles oportunidades de lanzamiento comercial y para lanzar sus propios satélites más adelante.
Este tipo de tecnología ahorrarían grandes costos en combustibles e infraestructura. De hecho, según SpinLaunch, se puede eliminar más del 70% del combustible y las estructuras que componen un cohete típico. Además, el acelerador no necesita de materiales o tecnología sumamente avanzada, demostrando que a veces la idea más simple sí es la más efectiva.
No hay una fecha exacta para la prueba de la NASA y SpinLaunch; sin embargo, se sabe que será a finales de este año.