El Día de la Empanada, tradicional festejo en honor a San Francisco de Asís, en el municipio de Villa de Álvarez, Colima, se suma a las festividades que fueron trastocadas por la pandemia del covid-19 en la entidad.
Era usual ver el Jardín de ‘La Villa’ repleto de puestos de empanadas y que los padrinos y madrinas entregaran esta delicia a sus conocidos, familiares y amigos, directamente en sus manos; pero ahora vivimos una celebración atípica.
La ruta de la empanada fue la dinámica que esta vez hizo que la venta fuera en 12 panaderías, que contaran con el distintivo de un código QR en su fachada exterior, para evitar aglomeraciones y cuidar la sana distancia.
Otra actividad que sufrió cambios fueron los rituales religiosos, la misa en honor al santo patrono fue limitada en el número de asistentes, cuidando además la distancia, el uso de gel antibacterial y la limpieza del calzado.
¿Cómo surgió la fiesta del Día de la Empanada en Colima?
La historia de las empanadas en Villa de Álvarez, de acuerdo con don José Mancilla, dice que viene de un monje franciscano que regalaba empanadas llevándolas en una canasta.
Otra versión señala que en la época en que llegaron los franciscanos, ellos entre las cosas que promovieron en Villa de Álvarez fue el oficio de panadero. Entonces, cada que bautizaban a un niño, entre las cosas que ofrecían como bolo eran grandes cantidades de pan, en este caso de empanadas.