José Ángel S. S., conocido como el pederasta de Instagram, fue condenado a casi 700 años de prisión por abusar sexualmente de casi un centenar de menores. Este hombre de 31 años fue acusado de mantener relaciones sexuales con niños y grabarlas, distribuir contenido pedófilo y ciberacoso.
Por al menos tres años, el hombre era abogado y entrenador de fútbol en la categoría de cadetes en un municipio del sur de Madrid durante el día, y un peligroso depredador sexual de menores de 16 años en su tiempo libre.
A través de los testimonios de las víctimas, el contenido de los aparatos electrónicos y pruebas físicas se determinó que este hombre mantuvo en repetidas ocasiones relaciones sexuales con al menos siete chicos.
Este hombre se hacía llamar Lorena en redes sociales, y así se acercaba a sus víctimas en Instagram y WhatsApp. Les prometía que haría un trío con ellos, pero que primero tenían que mantener relaciones con un amigo suyo, José, que era él mismo. La mayoría de estos encuentros ocurrían en su oficina, y los grababa para luego almacenarlos y distribuirlos. La Guardia Civil encontró en sus discos duros una gran cantidad de contenido pedófilo.
Los investigadores encontraron centenares de intercambios de mensajes, imágenes y vídeos con los que comprobaron que el acusado mandaba material indecente de jovencitas, y pedía a cambio imágenes similares a los adolescentes con quienes mantenía estas conversaciones.
Muchos de estos adolescentes siguen arrastrando secuelas por los abusos, especialmente aquellos con los que el pederasta tuvo más contacto.
Uno de los discos duros confiscados por la policía contenía 5.434 archivos de imagen y vídeo de contenido pedófilo. El acusado aseguró que no había borrado todo ese contenido porque necesitaba “ser descubierto y detenido para no seguir cometiendo delitos”.