Explosión de pipa en Ecatepec, un reflejo del peligroso auge del gaschicoleo en el Estado de México
La explosión de una pipa de gas en la colonia Miguel Hidalgo de Ecatepec dejó cuatro personas heridas con quemaduras. El incidente, ocurrido en una bodega de aproximadamente 500 metros cuadrados en la calle 20 de Noviembre, movilizó a Protección Civil y Bomberos, quienes trabajan para controlar un incendio y una fuga de gas en una segunda pipa de igual tamaño (12,500 litros). La rápida respuesta de las autoridades evitó consecuencias mayores, pero la tragedia pone de manifiesto un problema mucho más grande: el creciente y peligroso mercado negro de gas LP en la región.
La explosión no es un hecho aislado. El Estado de México enfrenta una proliferación de gaseras ilegales, fenómeno conocido como «gaschicoleo», que representa un grave riesgo para la seguridad pública y genera millonarias pérdidas económicas. Un reporte de enero presentado a la gobernadora Delfina Gómez por empresarios gaseros revela que 619 de los 1,610 expendios de gas en la entidad operan ilegalmente, con una pérdida anual estimada en 20 mil millones de pesos. En Ecatepec, 150 de los 443 negocios de gas son clandestinos.
A pesar de los esfuerzos de la alcaldesa Azucena Cisneros Coss, quien ha reconocido que el municipio es una «bomba de tiempo» con más de 100 estaciones ilegales y ha suspendido 15, la corrupción impide una regulación efectiva. Vecinos han denunciado la inacción gubernamental ante gaseras ilegales, incluso una ubicada a pocos metros de sus hogares, sin recibir respuesta a sus quejas. La situación se replica en otros municipios como Chalco, Chimalhuacán, Texcoco, y otros, convirtiendo a estas gaseras clandestinas, a menudo ubicadas cerca de escuelas y zonas residenciales, en auténticas bombas de tiempo. En 2024 se registraron 17 explosiones en estos establecimientos, resultando en cuatro muertes y siete heridos graves.
El reporte de los empresarios gaseros señala la presunta complicidad de funcionarios estatales de Protección Civil, quienes supuestamente reciben pagos mensuales de las gaseras clandestinas. Se mencionan casos específicos, como el expediente 00606/01-2025, y acusaciones contra autoridades municipales de Chimalhuacán. La ubicación estratégica de la zona oriente, cercana a la autopista México-Puebla, facilita el robo de pipas de gas LP de Puebla y Veracruz, y el uso de efectivo en las transacciones dificulta el rastreo. La explosión en Ecatepec sirve como un crudo recordatorio de las consecuencias letales de la inacción gubernamental ante este problema.
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