A pesar de que desde la aparición de los primeros casos se ha dicho que la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual, una investigación publicada en New England Journal of Medicine encontró que el 95% de los casos de la viruela del mono sí fueron transmitidos por medio de actividad sexual, con un nuevo cuadro de síntomas como lesiones en los genitales. Sin embargo, clasificar esta enfermedad como una ETS puede ser peligroso para la sociedad.
El estudio analizó 528 casos de infección en 16 países entre el 27 de abril al 24 de junio de 2022, y se encontró que el 98% de los casos confirmados se trataban de hombres homosexuales o bisexuales menores de 40 años, el 41 por ciento de los pacientes tenían diagnosticado VIH.
Según los datos recopilados, los pacientes infectados tenían un número promedio de cinco parejas sexuales en los últimos tres meses, mientras que un tercio de los casos habían visitado lugares como fiestas y saunas sexuales.
«Es importante enfatizar que la viruela del mono no es una infección de transmisión sexual en el sentido tradicional; puede adquirirse a través de cualquier tipo de contacto físico cercano», dijo el primer autor John Thornhill, en un comunicado.
Además, la viruela del mono se puede propagar a través del contacto físico cercano como gotas respiratorias, saliva, contacto con ropa y superficies infectadas. Afortunadamente la mayoría de los casos presentaron síntomas leves.
Varios de los infectados mostraron síntomas de la viruela del mono, con lesiones en sus genitales, llagas en la boca y el ano, similares a una infección de transmisión sexual. Sin embargo, es importante destacar que la viruela del mono no es una ETS, ya que esta conclusión es errónea y peligrosa, pues provoca que las personas tomen menos precauciones.