Cirujanos en Estados Unidos anunciaron que lograron colocar con éxito un riñón de cerdo en una persona, un procedimiento novedoso que esperan que, en última instancia, pueda ayudar a resolver la escasez de órganos para trasplante.
El receptor tenía muerte cerebral, lo que significa que ya se encontraba recibiendo soporte vital artificial y sin perspectivas de recuperarse.
El riñón provenía de un cerdo que había sido modificado genéticamente para evitar que el cuerpo del paciente reconociera el órgano como «extraño» y lo rechazara.
Los detalles sobre este procedimiento experimental aún no ha sido publicados en una revista académica ni han sido revisados por otros científicos, pero hay planes para esto.