Por Héctor Aguilar Camín
La Fiscalía General de la República ha empezado a hostilizar a candidatos en campaña. Investiga para efectos judiciales nada menos que a los dos punteros de la contienda por la gubernatura de Nuevo León, donde Morena iba a ganar caminando y va, fracturada, en tercer lugar.
A uno de los candidatos amenazados de Nuevo León, Adrián de la Garza, candidato del PRI, segundo en la contienda, la autónoma Fiscalía lo acusó del delito del que lo acusó el Presidente en una de sus conferencias mañaneras.
Al pasar por las benditas redes sociales, el Presidente vio algo que le pareció un mecanismo de coacción o compra de voto, y decidió denunciarlo, “como ciudadano”. Muchos méritos vio la Fiscalía autónoma en la denuncia independiente del Presidente, pues dos días después anunció la apertura de una carpeta de investigación sobre el posible delito.
Con esa misma mirada de águila para husmear la posible compra votos, el Presidente podría echarle un ojo a las colas millonarias que forman los beneficiarios de los programas sociales de su gobierno. Eran 16 millones de beneficiarios en las cuentas de Hacienda a fines del año pasado.
El otro candidato al que hostiliza la Fiscalía autónoma del Presidente es Samuel García, puntero en la contienda neoleonesa, candidato de Movimiento Ciudadano. A García lo ha empezado a investigar la Unidad de Investigación Financiera, instrumento infaltable en las pesquisas políticas del nuevo, regresivo, presidencialismo mexicano.
Al Presidente le han preguntado si está metiendo las manos en las elecciones de Nuevo León y él ha dicho que sí, que cómo no, pues cómo podría quedarse callado ante un fraude. Puede ser, pero un fraude mayor es el que comete o intenta cometer el Presidente al echar sobre los dos candidatos punteros de Nuevo León acusaciones caprichosas, no probadas, que alteran profundamente el proceso electoral, a unas semanas de las elecciones.
El Presidente judicializa groseramente la política y las elecciones. Tiene ya a un gobernador desaforado, el de Tamaulipas, que espera turno en la Suprema Corte. Ahora tiene amagados, por su Fiscalía autónoma, a los dos candidatos punteros de Nuevo León. ¿Así serán las elecciones a la 4T? ¿Alguna palabra de los demócratas radicales de la 4T? ¿Ninguna? ¿Quién sigue?