La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se vio envuelta en un ambiente tenso este martes, con la llegada de los ministros en medio de protestas por parte de trabajadores del Poder Judicial que se oponen a la reforma judicial propuesta.
Desde las 7:00 horas, más de 2 mil empleados se congregaron en las seis entradas de acceso al máximo tribunal del país, coreando consignas y exigiendo la suspensión de la sesión.
La presidenta de la Corte, Norma Piña, llegó a las 8:23 horas a bordo de una camioneta blindada, recibiendo el apoyo de los trabajadores con gritos de «Norma, no estás sola».
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien llegó como copiloto en el mismo vehículo, fue recibido con aplausos y gritos de «Ese apoyo sí se ve».
La llegada de otros ministros, como Juan Luis González Alcántara Carrancá, Yasmín Esquivel Mossa y Lenia Batres, pasó desapercibida, pero al intentar ingresar a la Corte, los manifestantes les exigieron que se bajaran de sus vehículos, gritando «Reforma judicial no».
La ministra Loretta Ortiz Ahlf fue recibida con gritos de «Traidora» y «Vendida», mientras que el ministro Javier Laynez Potisek fue arropado por los manifestantes que le aplaudían y exclamaban «¡Laynez, Laynez!».
La ministra Margarita Ríos Farjat llegó a pie, siendo cuestionada por un manifestante sobre la prudencia de la sesión en el contexto actual. «Vamos a llegar a ver cómo está eso, compañero, porque muchas cosas dependen de la última instancia. Estamos definitivamente en solidaridad como un cuerpo, pero tenemos que dialogar entre todos. Sería irresponsable que le adelante mi opinión personal porque tengo que platicarlo con los compañeros», respondió.
El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo llegó manejando su camioneta blindada, también recibiendo muestras de apoyo.
Los ministros se encuentran actualmente en sesión privada, la cual ha iniciado con más de una hora de retraso debido a las protestas.
La sesión de la Corte se lleva a cabo en un contexto de fuerte tensión por la reforma judicial propuesta, que ha generado un debate intenso entre los distintos actores del sistema judicial. Los trabajadores del Poder Judicial, que se oponen a la reforma, consideran que esta amenaza la independencia del Poder Judicial y pone en riesgo la democracia.