Las novatadas en las fraternidades han sido el epicentro de accidentes y muertes relacionadas con las novatadas desde hace décadas, y en esta ocasión fue un joven de 19 años el afectado. Daniel Santulli, estudiante de la Universidad de Missouri, perdió la vista, el habla y no puede caminar después de beber un litro de vodka participando en un ritual de iniciación en la fiesta de la hermandad Phi Gamma Delta.
El estudiante tendrá que ser atendido de por vida después de sufrir una lesión cerebral grave. En una demanda de la familia del joven, se señala que Daniel fue presionado para beber una botella entera de vodka.
El día de la fiesta en la que sucedieron los hechos, cámaras de video captaron a uno de los miembros de la fraternidad usando una manguera para verter la bebida alcohólica en la boca de Daniel. Después de esto el joven se mostraba visiblemente afectado, no podía caminar e incluso se cayó. Otros asistentes lo llevaron a una habitación y lo recostaron en un sofá, pero después de que el estudiante sufriera otra caída, fue llevado al Hospital Universitario.
Los médicos descubrieron que Daniel tenía un paro cardiaco y no respiraba. Su contenido de alcohol en la sangre era de 0,486, seis veces el límite legal. Santulli pasó seis semanas en el hospital antes de ser trasladado a un centro de rehabilitación en Colorado y ahora ya está con su familia. «Sabían que estaba en peligro y que tenía los labios azules. Nadie llamó al 911. Un niño de 6 años habría llamado al 911», dijo su madre, Mary Pat Santulli, a ABC News. «Los médicos me dijeron que mi hijo necesitará atención de por vida. Todavía no habla ni camina. Está en silla de ruedas. Perdió la vista», añadió.
Un gran jurado del condado de Boone acusó a los ex miembros de la fraternidad Phi Gamma Delta, Ryan Delanty y Thomas Shultz, de delitos graves por la novatada de Daniel Santulli, y delitos menores de suministro de licor a un menor o persona intoxicada. Shultz también enfrenta un delito grave por manipular evidencia física en un proceso por delito grave.
En mayo, la familia de Santulli llegó a un acuerdo con casi dos docenas de acusados en una demanda civil.
