Después de que se revelara el año pasado que los errores del FBI en la investigación permitieron que el médico deportivo Larry Nassar siguiera abusando de decenas de gimnastas, casi un centenar de víctimas del depredador sexual decidieron demandar a la agencia federal.
Entre las demandantes se encuentra la plana mayor del equipo olímpico: Simone Biles, Aly Raisman y McKayla Maroney.
Según las más de 90 demandantes, el FBI fracasó al momento de investigar la actuación de Nassar cuando ya disponía de información creíble acerca las agresiones sexuales cometidas por este.
“Mis compañeras supervivientes y yo fuimos traicionadas por todas las instituciones que se suponía que debían protegernos: el Comité Olímpico de EE UU, [la Federación de] Gimnasia de EE UU, el FBI y ahora el Departamento de Justicia”, comentó Maroney mediante un comunicado. “Está claro que el único camino hacia la justicia y la sanación es a través del proceso legal”.
“Si simplemente el FBI hubiera hecho su trabajo, Nassar habría sido detenido antes de que tuviera la oportunidad de abusar de cientos de niñas, yo incluida”, lamentó Samantha Roy, antigua gimnasta de la Universidad Estatal de Míchigan, donde también trabajó Nassar.
En julio del año pasado los responsables de la investigación interna corroboraron que existieron graves fallos en la investigación de 2015, a consecuencia de los cuales el depredador de más de 330 mujeres siguió actuando impunemente.
Pese a esto, el Departamento de Justicia ya había informado el verano pasado de que no presentaría cargos penales contra los agentes del FBI que infravaloraron las denuncias de acoso y abuso sexual.
Simone Biles no escatimó críticas a las autoridades. “Culpo del abuso sexual a Nassar y a todo el sistema que lo permitió”.