Durante la actual administración de José Ignacio Peralta Sánchez se puso punto final al crecimiento sin control de la deuda pública y se apalancó la inversión pública, con obras tangibles que las y los colimenses pueden constatar, asegura la Secretaría de Planeación y Finanzas (Seplafin).
De esa forma se logró disminuir la sobretasa promedio ponderada de la deuda pública directa, incluso por debajo de los niveles registrados en el periodo de 2013 a 2015, lo que le da mayor liquidez al gobierno y margen financiero para atender las necesidades de la población.
Así, el gobierno del estado logró que en la deuda pública contratada a tasa variable, la sobretasa promedio ponderada, pasara de 1.59 por ciento en 2016 a 0.62 por ciento en el presente año, más baja que la registrada en 2013 de 0.95 por ciento, cuando la calificación crediticia era de A-.
La Seplafin detalla que mientras en la administración pasada la deuda pública directa aumentó en más de 2 mil millones de pesos, al pasar de 820 millones en el 2009 a 2 mil 805 en el 2015; en la actual administración solo creció un 16.9 por ciento, equivalente a poco más de 473 millones de pesos, pues se ha ido amortizando en estos cinco años.
En ese sentido, estos recursos de financiamiento son tangibles, como los terrenos de la Calzada Galván donde se situaba anteriormente la vigésima Zona Militar, que se traduce en un activo a favor del gobierno estatal; las unidades de cuidados intensivos neonatales en los municipios de Colima y Manzanillo; y el edificio del Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i), cuya inversión marca un referente histórico en materia de seguridad pública en el estado.