Especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño (CTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertaron que el poco tiempo que las personas actualmente destinan para dormir, desde hace años, se ha convertido en una problemática que afecta al mundo entero.
Rafael Santana Miranda, responsable de la CTS precisó que esta situación afecta sobre todo a quienes viven en las grandes ciudades, por lo que considera importante que la gente comprenda que tener insomnio puede ser remediable y que roncar no es sinónimo de sueño profundo.
Durante la conferencia de prensa a distancia “¿Cómo se ha afectado al sueño con esta nueva realidad?”, el especialista expuso que, de acuerdo con datos del INEGI, vivimos en una sociedad restringida de sueño lo cual conlleva al desarrollo de otros problemas como las parasomnias y las adicciones.
“Dormir mal provoca cansancio, somnolencia, síntomas de enfermedad mental, depresión y disminución en la productividad en el trabajo y otros”, expuso.
Ulises Jiménez Correa, especialista del área clínica, comentó: hoy se debe trabajar en recuperar la calidad de vida, especialmente luego de la pandemia por la Covid-19, pues uno de sus principales síntomas es el insomnio.
Otra situación que se ha vuelto común tiene que ver con alteraciones en el sistema nervioso periférico, lo que provoca lo que se conoce como síndrome de piernas inquietas, ejemplificó el universitario.
Al hacer uso de la palabra, la profesora titular del curso de alta especialidad en medicina integral del sueño, Gabriela Millán Rosas, recordó que en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino, realizada en 2016, se preguntó por primer vez cómo dormimos y los resultados fueron que los mexicanos lo hacemos menos de ocho horas, las mujeres menos en comparación con los hombres, además de alto índice de insomnio y trastornos respiratorios.
El no dormir bien hace que el paciente se ponga estresado, ansioso y llega a un punto en el que se genera un círculo vicioso donde una cosa lleva a otra. Muchas veces las personas acuden con nosotros por algún trastorno que les provoca escalas de ansiedad, depresión o mala calidad de vida, detalló la especialista.