El presidente del Banco Mundial, David Malpass pidió «un plan integral» para abordar el problema de la deuda que incluya la reducción de los pasivos, ante el riesgo de sobreendeudamiento de los países pobres que emergen de la pandemia.
Abordar el problema es urgente, ya que a fin de año expira la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), lanzada por el Grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes (G20) en abril de 2020, que permite a los gobiernos diferir pagos de la deuda mientras enfrentan la pandemia.
Los gobiernos inyectaron ayuda masiva en sus economías, mientras que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgaron préstamos de emergencia a los países más afectados por la crisis. Y aunque el objetivo era apuntalar a los sectores más vulnerables y sostener las economías, la deuda se disparó 12% en los países de bajos ingresos a un récord de 860 mil millones de dólares el año pasado, señala un informe del Banco Mundial.
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