Los policías ministeriales que perdieron la vida en el municipio de Tacamachalco, Puebla, se encontraban alterando el orden y evadieron las revisiones y controles de la policía local.
De acuerdo a versiones de los propios policías municipales y el inicio de las pesquisas, los sucesos se originaron el viernes 19 de noviembre, a las afueras del municipio.
La indagatoria detalla que una pareja que circulaba en una camioneta sobre la carretera aledaña al municipio de Tecamachalco hizo una llamada de emergencia al 911, ya que, durante su trayecto, un vehículo donde viajaban “hombres armados” les marcó el alto. (Luego de los sucesos se corroboró que los ministeriales no se acreditaron previamente al hacer el alto al vehículo). Temerosos de que se tratara de un asalto, la camioneta ignoró la orden y se inició la persecución.
Ambos vehículos ingresaron al poblado de Tecamachalco, hasta llegar al centro.
Las primeras investigaciones revelan que ambos vehículos dieron al menos tres vueltas al centro del municipio, donde se encuentran las oficinas de la Presidencia Municipal y por consiguiente la Dirección de la Policía Municipal.
En ese momento, al recibir la emergencia por parte del 911, los policías salieron a la calle, donde se percataron que efectivamente había dos vehículos persiguiéndose. La camioneta donde viajaban los ministeriales realizó los primeros disparos hacia el vehículo donde viajaba la pareja.
Lo anterior, puso «sobre alerta» a la policía municipal, quien en ese momento les marcó el alto a los ministeriales, cuya orden también ignoraron y originó el intercambio de disparos justo frente a la Iglesia del pueblo.
Ahí, los elementos municipales cerraron el paso a la camioneta de ministeriales y fue cuando en el intercambio de balas, los ministeriales perdieron la vida.
Las pesquisas detallan que inmediatamente después de lo ocurrido, el director de la Policía Municipal personalmente notificó a la Fiscalía General del Estado y solicitó apoyo médico para atender a las personas heridas.
Deslinde de responsabilidades
Además, conforme al protocolo de investigación, entregó su arma y, tanto él como los elementos que participaron en los hechos, se pusieron a disposición de las autoridades para deslindar cualquier responsabilidad sobre los hechos.
Durante una hora, el director de la Policía Municipal y los elementos policiales esperaron en el lugar a que llegara la Fiscalía General del Estado y atender lo necesario para facilitar la investigación.
Toda vez que el municipio cuenta con un número muy reducido de policías, y la casi la mitad de estos fueron requeridos por la Fiscalía para el deslinde de responsabilidades, el alcalde Ignacio Mier Bañuelos solicitó al gobernador del estado proporcionar elementos estatales para garantizar la seguridad.
Sin embargo, el gobernador se negó a esta petición, al argumentar que debían concluirse las investigaciones para tomar cartas en el asunto.
Ante esta situación, el alcalde acudió a la Ciudad de México para solicitarle personalmente a la Guardia Nacional que pudiera auxiliar en las labores de seguridad del municipio.
Que no se politice
El gobierno municipal ha hecho un llamado al del estado a no politizar el tema y esperar a que concluya el proceso por parte de la Fiscalía, ya que se enrarece el ambiente, se falta el respeto a los familiares y se usa esta tragedia con afanes políticos.
Diversos políticos de la entidad han exigido a la propia fiscalía del estado que no actúe con algún sesgo ni revanchismo.
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