El dinero en efectivo sigue siendo la principal forma de pago en nuestro país pero ¿qué pasa si lo guardamos en casa en lugar de invertirlo o llevarlo al banco? No tener una cuenta bancaria y tener efectivo en casa nos expone a una serie de riesgos, y no solo con el SAT.
Aunque guardar dinero en efectivo no es ilegal de ninguna forma, es obligación de todos los mexicanos declarar nuestros ingresos al fisco, ya que por ley es obligación de todos contribuir a los gastos públicos del país. A menos de que el dinero que tienes guardado sea derivado de una declaracón ya presentada, pagar grandes cantidades de dinero en efectivo te puede meter en problemas.
Esto quiere decir que si decides comprar un auto o un inmueble con dinero en efectivo, la persona o empresa que te lo venda debe dar aviso al SAT si el costo de los mismos es superior a cierta cantidad. En ese caso podrías ser investigado por discrepancia fiscal entre tus ingresos y gastos.
Guardar el dinero bajo el colchón tiene, además, otras desventajas como la posibilidad de sufrir un robo y la falta de historial crediticio. Otro problema al que te enfrentas teniendo tus ahorros en efectivo es a la inflación, pues año con año ese dinero vale menos y no genera rendimientos como lo haría si lo invirtieras o lo tuvieras en una cuenta bancaria.
Recuerda que crear un historial crediticio te ayuda a obtener futuros créditos y préstamos, que puedes utilizar para comprar un inmueble o abrir un negocio.
En general, todos tus ingresos deben ser declarados ante el SAT independientemente de la forma en la que los recibes.
