Rafael Nadal conquistó por duodécima ocasión el trofeo Conde de Godó (Abierto de Barcelona) tras derrotar este domingo a Stefanos Tsitsipas por 6-4, 6-7(6) y 7-5, en tres horas y 38 minutos. Sólo en la arcilla de Roland Garros, hasta 13 veces, ha ganado más.
Dio igual que el griego viniera enrachado por las nueve victorias en tierra sin dejarse un set que le habían permitido encadenar el título del Masters 1.000 de Montecarlo y la final del Abierto de Barcelona.
En el momento de la verdad, Nadal volvió a ser el rey de la tierra. Llegó con dudas a la Ciudad Condal y se va con la sensación de estar listo para afrontar lo que resta de gira de polvo de ladrillo y el atractivo reto de sumar su decimocuarta corona en los Internacionales de Francia. Sería la que le permitiría desempatar los 20 ‘Grand Slam’ que comparte con Roger Federer.
Tsitsipas hizo algo que casi nadie hace antes de empezar una final: estuvo entrenando a alta intensidad hasta 20 minutos antes de saltar a la arena. Se tomó un batido de proteínas preparado por su padre Apóstolos y salió como un ciclón y tuvo dos pelotas de 1-4. Por ahí pudo cambiar el desenlace del partido.
El número uno del año tenía puntas de saque a 224 kilómetros por hora y no se arrugaba en los largos intercambios por la confianza que ha adquirido con el revés a una mano. Cuando lograba impactar parado con su derecha, todos los puntos caían de su lado.
Nadal salvó el quinto juego y sólo permitió un juego más a su rival en la manga inicial. Después del 2-4, sumaría los siguientes cinco juegos para tomar ventaja en el marcador y en la continuación.
Tsitsipas no se iba a rendir tan fácilmente porque no se lo permite su carácter ganador. Se repetiría el guión del primer set con el segundo ‘break’ del heleno en el tercer asalto. A Rafa le penalizaba una media de velocidad en el segundo saque que no superaba los 135km/h.
Era la tercera vez en la historia del Godó que dos jugadores en el ‘top5’ mundial se veían en la final. Los protagonistas respondían a las expectativas de una central llena en las 1.000 localidades permitidas por el Gobierno catalán.
Dos oportunidades perdidas
El balear lo volvió a hacer: pasó de caer por 1-3 a adelantarse por 4-3. Tsitsipas salvó las dos primeras bolas de final con un remate y una volea: 5-4 y 15-40. Le ayudó su carácter ganador. Puso el cinco iguales con cuatro puntos seguidos de puro talento. Desperdició después un 0-40 para 5-6. Stefanos llevaría el desenlace al ‘tie break’. A la tercera forzaría el set de desempate después de una doble falta de su adversario y un punto de saque.
Las fuerzas iban justas, pero el heleno tiene 12 años menos y se ha mantenido activo toda la temporada. El primero en romper el saque del rival tendría mucho trabajo hecho. Rafa jugaba con la presión de ir siempre por detrás en el resultado. Tsitsipas tuvo punto de partido en el décimo juego. Lanzó un revés a la red. Nadal tendría su ocasión en undécimo. A la cuarta tentativa sería la buena. La victoria era suya.
Sin prácticamente tiempo de celebración aparece el Mutua Madrid Open en el horizonte. Lo que es seguro es que llegará a la Caja Mágica como la segunda raqueta mundial por delante de Daniil Medvedev.
Octavo del año
El lunes Rafa era el decimoctavo de la Race 2021, que da el boleto para la Copa Masters de Turín, como consecuencia de haber jugado sólo dos torneos, y ya está el octavo, por delante de Alexander Zverev.