El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que las obras de infraestructura como el Tren Maya estarán listas a finales de 2023.
No hay «Plan B» y deben quedar listas antes de que concluya la actual administración, aseguró el presidente,
Las obras de infraestructura planteadas para la Península de Yucatán y el sureste del país estarán listas a finales de 2023. Pues no hay «Plan B» y deben quedar listas antes de que concluya la actual administración, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Tren Maya, el Aeropuerto de Tulum, la ampliación del Aeropuerto de Chetumal, el Aeropuerto Felipe Ángeles, fueron asignados al Ejército para garantizar su entrega a tiempo, aseguró el titular del Ejecutivo.
No hay Plan B, vamos a terminar a finales del 23, tiene que empezar a operar todo el Tren Maya», recalcó López Obrador.
Están a cargo del Ejército
Expuso que la construcción y administración de varios de los tramos del Tren Maya, y los trabajos en los aeropuertos fueron asignados al Ejército para evitar que en el futuro puedan ser privatizados
«Tren Maya, las estaciones, estos aeropuertos, Tulum, Chetumal, Palenque y el aeropuerto Felipe Ángeles. Es un corporativo para que no haya tentación de que al paso del tiempo, toco madera, regresen los privatizadores. Y que quieran convertir estos bienes nacionales en bienes de particulares, de sus allegados, como fue la historia del periodo neoliberal», puntualizó el presidente.
Esto permitirá que esas obras y sus zonas de amortiguamiento sean patrimonio de la nación en el futuro.
Adelantó que en Tulum se ampliará el perímetro de la zona arqueológica con un terreno propiedad de Marina. Ello para formar un parque natural que tendrá una superficie de 500 hectáreas.
Cancún y sargazo
Además, llamó a las autoridades y empresarios de la región a mantener la «Marca Cancún» como uno de los principales atractivos turísticos del país.
El Secretario de Marina, Rafael Ojeda, dijo que en el último año se recolectaron 40 mil toneladas de sargazo de las playas de la región. Y consideró la invasión de la macroalga como «una situación» y no como un problema.
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