El domingo, el entorno europeo se vio sacudido por el anuncio de que varios de los mejores clubes del continente (12 se nombraron en el comunicado de prensa) acordaron establecer la Superliga, un torneo entre semana que será un competidor directo de la UEFA Champions League.
Entre ellos se encuentran Manchester United, Real Madrid, Liverpool, Juventus y Barcelona, una liga presidida por el dueño del Real Madrid, Florentino Pérez. El presidente de la Juve, Andrea Agnelli, y el propietario del Man United, Joel Glazer, serán los vicepresidentes de esta nueva competición.
No es la primera vez que surgen tales rumores, pero el momento es lo que hace que esta situación sea diferente.
Este lunes se espera que la UEFA apruebe cambios en la Liga de Campeones que incluirán un formato amplio, más juegos y ajustes en la distribución de ingresos. Estos cambios se acordaron hasta el viernes después de prolongadas negociaciones con los clubes líderes de Europa y la Asociación Europea de Clubes (ECA), que también votaron para aprobarlo, dijeron las fuentes a ESPN. Todo esto ahora quedaría eclipsado, y potencialmente sin sentido, si los clubes más grandes de Europa incumplen ese acuerdo y están realmente listos para retirarse ya en 2022, como algunos han informado.
Las implicaciones, sin embargo, van mucho más allá. La UEFA no es simplemente un organizador de competiciones; es una confederación cuyo trabajo es redistribuir los ingresos y desarrollar el juego en todo el continente. La Liga de Campeones es su mayor fuente de ingresos, y una competencia severamente debilitada tendría un serio impacto en el deporte en toda Europa, lo cual es parte de la razón por la que un ejecutivo de la UEFA le dijera a ESPN que estaban preparados para «luchar hasta el final»
Habría dos grupos de 10 equipos, con partidos en casa y fuera. Los tres primeros en cada grupo van directamente a los cuartos de final, mientras que los equipos del cuarto y quinto lugar entrarían en un desempate por los dos últimos lugares. Entonces, en total, cada equipo jugaría un mínimo de 18 partidos y un máximo de 25 (ahora mismo, el máximo es 13; bajo el nuevo formato de la Champions League, sería 17).
Los equipos involucrados también dicen que formarán una versión femenina de la Superliga «tan pronto como sea posible» y que planean seguir jugando en ligas nacionales, como la Premier League o La Liga.
Más que el formato, lo que importa aquí es que los clubes no jugarían en la UEFA Champions League y, en cambio, compartirían los ingresos entre ellos. Eso es una gran desviación del modelo básico de las competiciones por equipos europeos en cualquier deporte, que obviamente es diferente de la forma en que operan los deportes estadounidenses.
P: ¿Cómo es eso?
R: Tome la NBA como ejemplo. Hay 30 equipos y cada propietario es efectivamente un accionista de la liga. Se dividen los ingresos entre ellos y ponen topes salariales e impuestos de lujo para seguir siendo rentables. No necesitan pedir permiso a USA Basketball o FIBA (el equivalente de baloncesto de FIFA) cuando quieren hacer algo.
Pero en el futbol europeo los clubes juegan en ligas nacionales que son sancionadas por las federaciones nacionales. En Inglaterra, la Asociación de Fútbol sanciona a la Premier League, y la UEFA es un organismo rector del cual la FA es miembro y organiza competiciones para clubes. La mayor parte de los ingresos generados se remonta a los clubes, pero el resto se redistribuye entre las federaciones nacionales, los clubes más pequeños y para el desarrollo de la base.
P: ¿Y los clubes separatistas tienen algún problema con esto?
R: No hay duda de que los «clubes separatistas» generan una cantidad desproporcionada de ingresos. Después de todo, más personas (y patrocinadores) pagarán por ver el Barcelona contra el Manchester United que el Dinamo Zagreb contra el Club Brugge. Argumentan que deberían tener derecho a una porción más grande del pastel (y han estado discutiendo esto durante años, obteniendo progresivamente más y más). Pero algunos también cuestionan que los ingresos que generan deberían redistribuirse a clubes y asociaciones más pequeñas. y dicen que se trata de votar y mantener el tren en marcha, lo que hasta cierto punto es verdad. Hay más federaciones pequeñas que grandes, y algunas de las más pequeñas tendrían dificultades para sobrevivir sin el financiamiento de la UEFA.
Varios de los clubes separatistas también sienten que si ellos mismos llevaran a cabo la competencia, podrían ser más ágiles e innovadores para generar más ingresos, tal vez jugando los fines de semana o viajando a Asia o América del Norte. Después de todo, estas son marcas globales.
Supongo que se trata de si se ve un club de futbol principalmente como un negocio que debe crecer y cuyos ingresos deben maximizarse, o si se ve a sí mismo como parte de un todo mayor, con un deber de solidaridad con los demás. A mi modo de ver, el primero es algo miope porque, después de todo, la próxima gran estrella del Real Madrid o del Manchester United podría provenir de Moldavia o Irlanda del Norte, pero si no hay una FA en funcionamiento allí porque se han retirado los fondos de base, bueno…
Dicho esto, el comunicado dice que confían en que la Superliga «proporcionará un crecimiento económico significativamente mayor» para el futbol y que habrá «pagos de solidaridad ilimitados» que serán «sustancialmente más altos» que los generados actualmente por la competición europea. De hecho, afirman que esperan llegar a «10 mil millones de euros en el transcurso del compromiso inicial de los clubes».
P: OK, entonces ESTÁN dispuestos a compartir …
R: Bueno, es un poco vago. Para empezar no le dicen cuánto dura realmente ese «período de compromiso inicial». Evidentemente, 10 mil millones de euros en 10 años es diferente de 10 mil millones de euros en 50 años. En segundo lugar, si están comparando lo que la UEFA llama «pagos solidarios», los fondos proporcionados por la UEFA a los clubes para que inviertan en el desarrollo de la juventud o en proyectos comunitarios locales, entonces ese total en 2019-20 fue de 227 millones de euros. Pero, por supuesto, la UEFA también retiene unos 160 millones de euros para utilizarlos «para el fútbol europeo» (en sus palabras) y, de los 2 mil 050 millones de euros en premios de la Champions League, otros 60 millones se destinan a subvencionar la Europa League y los clubes eliminados en Champions. Clasificatorios de liga.
Más importante aún, hay 32 equipos en la Champions League; habrá 20 en esta Superliga. Los 12 clubes con menores ingresos de la Liga de Campeones ganaron entre ellos unos 200 millones de euros. Obviamente serían eliminados de la Superliga. Entonces, según esa definición, son unos 650 millones de euros generados por la Champions League que no van a los 20 mejores clubes.
Tampoco está del todo claro cómo planea la Superliga distribuir ese dinero «solidario».
P: Entonces, ¿qué pasa el lunes?
R: El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, básicamente tiene dos opciones. La votación sobre la reforma de la Champions League está en la agenda. Puede ceder y eliminarlo de la agenda. Esto sería una patada en el camino y probablemente conduciría a más negociaciones con los grandes clubes, esta vez, presumiblemente, sin la ECA, ya que vimos hasta dónde los llevó la última vez, y tal vez más concesiones a su favor. Posiblemente una mayor participación en los ingresos o control directo sobre la competencia o lugares garantizados, o lo que sea.
De hecho, la declaración de la Superliga sugiere que están listos para sentarse y hablar con la UEFA «para ofrecer los mejores resultados para la nueva Liga y para el fútbol en general», lo que a su vez sugiere que están dispuestos a llegar a un acuerdo. .
O Ceferin puede mantenerse erguido y decirles que aprueba el formato de la Champions League. Emitieron un comunicado conjunto con las asociaciones de fútbol inglesa, española e italiana, así como con la Premier League, la Serie A italiana y la Liga en España diciendo que «permanecerán unidos» en sus esfuerzos por detener «un proyecto cínico» como el que se «fundó. por el interés de algunos clubes». Y les recordaron a todos que a los clubes que se unan a una liga disidente se les prohibiría jugar tanto en competiciones internacionales, como la Copa del Mundo, como en ligas nacionales.
P: Vaya, eso es extremo. Entonces, si, digamos, el Manchester United se separó, ¿no podrían jugar en la Premier League, FA Cup o League Cup?
R: En teoría, sí. Tienen el poder para hacer eso, aunque probablemente terminaría en los tribunales. Se puede argumentar legalmente que si eres un organismo rector y un organizador de una competencia (lo que son la FIFA, la UEFA y las FA), no puedes excluir a alguien de participar. Entonces esa parte está por verse. Pero creo que su mejor estrategia, si quieren detenerlo, es esperarlo …
P: ¿A qué te refieres?
R: Para empezar, aunque 2022 ha sido propuesto para la «temporada de escapadas» inaugurales, no veo cómo pueden hacer que suceda. Incluso si de alguna manera no son expulsados de sus ligas nacionales, hay un montón de obstáculos legales y regulatorios que los clubes deben superar.
En clubes como Barcelona, Real Madrid, Bayern y Borussia Dortmund (los dos clubes alemanes no se han adherido a esto, pero es difícil imaginar una escapada sin ellos) estarían sujetos a la votación de los miembros. Se rumora que tienen un gran respaldo financiero y, de hecho, su declaración dice que los 15 fundadores compartirán 3 mil 500 millones de euros «únicamente para respaldar su inversión en infraestructura y compensar el impacto de la pandemia de Covid-19», lo que significa que alguien con mucho dinero está recortando para ellos un gran cheque, y un acuerdo global con una emisora (no ESPN), pero ¿sería eso suficiente para compensar las pérdidas potenciales en el corto plazo?
En términos más generales, simplemente no sé si el apetito está ahí por parte de los fanáticos más cercanos a los clubes, la gente que va semana tras semana.
P: ¿Pero el juego no es global?
R: Lo es, pero la realidad es que los clubes generan más ingresos de las criaturas de hábito que caminan penosamente hasta el estadio cada semana que de los fanáticos igualmente apasionados del otro lado del mundo. En Alemania e Inglaterra especialmente, seguramente habrá una reacción violenta.
En este momento, los estadios están cerrados, pero los fanáticos regresarán antes del final de la temporada a, digamos, Old Trafford. Los Glazer no son precisamente populares allí, imagínese si sus propios seguidores les hicieran saber lo que piensan de la idea. La óptica importa y, a menos que los propietarios de la ruptura puedan convencerlos de que se trata de algo más que de la codicia personal, será muy duro para ellos.
Los dejo con esta cita publicada hoy de Sir Alex Ferguson, alguien cuyas credenciales del Manchester United son impecables: «Hablar de una Superliga es un alejamiento de los 70 años de fútbol europeo de clubes. Tanto como jugador de un equipo provincial en Dunfermline en la década de 1960 y como entrenador en Aberdeen ganando la Recopa de Europa«.
Para un pequeño club de provincias en Escocia fue como escalar el Monte Everest. El Everton está gastando 500 millones de libras esterlinas para construir un nuevo estadio con la ambición de jugar en la Champions League. Los fanáticos de todo el mundo adoran la competencia tal como es».
