Las autoridades sanitarias de Jalisco han emitido una alerta epidemiológica sobre un viajero originario de Dallas que visitaba Puerto Vallarta cuando, hace más de 10 días, presentó síntomas que podrían indicar una infección de viruela del mono: tos, escalofríos, dolor muscular y pústulas en cara, cuello y tronco. Aunque el hospital reportó el caso como sospechoso, el hombre, de 48 años, no respetó el aislamiento y “se dio a la fuga”, volando de regreso a Estados Unidos.
El hombre voló de regreso el 4 de junio, y aunque las pruebas para verificar el contagio no estaban aún, decidió no esperar los resultados. La Secretaría de Salud de Jalisco no le pudo localizar “por ninguna vía de comunicación”, según un comunicado emitido por el Gobierno del Estado. Se dio la orden al Instituto Nacional de Migración y a las Aerolíneas de que no se le permitiera embarcar, pero se cree que ya lo había hecho.
Poco tiempo después se dio a conocer que el afectado había estado en diversos bares y antros. La Secretaría de Salud de Jalisco ha emitido un llamado a la población que asistió a fiestas en el Mantamar Beach Club entre el 27 de mayo y el 4 de junio para que vigile su estado de salud y en caso de presentar síntomas acudir a los servicios médicos de inmediato. Y han puesto un teléfono a disposición: 33-3823-3220.
La viruela del mono llegó a México el pasado 28 de mayo, también por un viajero estadounidense que sí respetó el aislamiento y se mantuvo cuidado en un hospital de la capital.
El contagio entre humanos no es tan frecuente como en el coronavirus, pues requiere de un contacto muy cercano. La cercanía piel con piel con las pústulas es lo más peligroso, por lo que la distancia corporal en estos casos es lo más eficaz. El periodo de incubación es de dos semanas y el riesgo es más alto entre niños y personas mayores de 60 años que en el resto de la población.
Esta enfermedad no es nueva, se descubrió a mediados del siglo pasado en Dinamarca en un laboratorio donde se trabajaba con monos. Se trasmite a humanos por esa vía o por otros roedores, también por su ingesta.
Para esta viruela se puede aplicar la vacuna clásica contra la enfermedad, una inmunología que México prácticamente dejó de aplicar hace 50 años por instrucciones de la OMS, a pesar de que la enfermedad no se declaró erradicada hasta los años Ochenta. En Estados Unidos, sin embargo, a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, se ordenó hacer una vacuna previendo que la viruela podría ser una herramienta útil para el terrorismo.