Daryna Sarig de 23 años estaba en su edificio en Kharkiv cuando las bombas explotaron, ella buscó refugio en el sótano, pero sentía un miedo indescriptible y pensaba que no sobreviviría los ataques. Fue entonces que un pequeño perro llamado Marcel se acercó a ella, había sido abandonado por su familia y se acurrucó junto a Daryna, dándole el apoyo moral que la chica tanto necesitaba en ese momento.
Cuando ella se enteró de que los dueños habían huido del país sin su mascota no pudo dejarlo, así que lo llevó consigo en la travesía que fue dejar Ucrania, hasta que por fin llegaron juntos a Polonia.
Daryna y Marcel se tuvieron solo el uno al otro en esa travesía, ya que ella se vio obligada a separarse de sus abuelos que por temas de salud no pudieron viajar, y de su papá que está dentro del rango de edad para el servicio militar obligatorio.
En una entrevista con el medio The Mirror, Daryna aseguró: “Marcel me salvó, así que ahora debo salvarlo. Tenía mucho miedo escondiéndome en el sótano de mi edificio, hacía frío y estaba completamente oscuro durante dos de los días sin mucha comida. En total, pasamos siete días allí».
Y detalló: “Yo estaba en el suelo cuando Marcel se me acercó. Estaba temblando, estresado y muy asustado. Pensé que moriríamos y que nuestro edificio se derrumbaría. Vino a mí, me tranquilizó. Si no fuera por él, no sé cómo lo habría logrado”.
Ahora, Daryna y Marcel van camino a Varsovia para encontrarse con su hermana María, de 17 años, que estudia en Polonia.
Esta historia es sólo uno de tantas que hemos escuchado en estos crueles días de guerra, pero al menos por ahora la historia de Daryna tiene un rayo de esperanza.