El Congreso de la Ciudad de México aprobó el dictamen a la iniciativa a fin de reconocer a la lactancia materna como un derecho humano, fomentar y garantizar su ejercicio.
Con esta reforma se incorpora a la Constitución local el derecho a la lactancia como derecho humano, considerando tanto el interés superior del niño como la libre autodeterminación de la mujer respecto a su cuerpo, y establece que derivado de ello, la legislación secundaria deberá garantizar su ejercicio pleno.
De las problemáticas que se buscan resolver con esta reforma están los efectos negativos de la falta de lactancia materna en la salud de niñas y niños, entre las que figuran los problemas de caries y deformaciones dentales, y riesgo de cáncer de mama y ovarios, y osteoporosis para las madres.
También se busca eliminar los obstáculos laborales para el ejercicio del derecho a la lactancia; el desequilibrio en la economía familiar por los costos de leche artificial y biberones; y la generación de basura.
Entre los beneficios que trae esta práctica están niños más sanos y felices; mejor desarrollo cognitivo de los menores que reciben leche materna en los primeros meses de vida, así cómo el reforzamiento del lazo afectivo madre e hijo.